No seré yo quien diga algo acerca del Castillo de Loarre, si no lo conoces, te acercas y podrás disfrutar de las maravillosas vistas, de la naturaleza, de su arquitectura. Si te acercas podrás ver uno de los mejores castillos medievales que se conservan en toda Europa, un castillo que ha sido escenario de películas, anuncios, bodas...un privilegio del que gozamos los que vivimos en su redolada. Acércate y disfruta del Castillo de Loarre, difúndelo, queremos que sea Patrimonio de la Humanidad.
Si buscas en internet, encontrarás cientos de referencias. He puesto un enlace a la web de A.Garcia Omedes (romanicoaragones), y que tiene un "especial" sobre el Castillo de Loarre. Si clicas te llevará al Castillo de Loarre, pero antes disfruta de la música de Chabuca Granda.
Chabuca Granda (1920-1983), fue audaz, fue una mujer temeraria en el Perú de sus época. lo suyo fue una auténtica revolución. Ella, Chabuca, una dama de la buena sociedad limeña, fascinada por la música de los peruanos de raíz africana, -los valses criollos-, para escándalo de sus padres y de la beata y mojigata sociedad peruana, en especial de su capital Lima.
Mujer inquieta, casada con un rico caballero brasileño, aburrida de la vida social, se divorció y se independizó.
Su influencia es inmensa, canciones como La Flor de la Canela, La Fina Estampa, El Puente de Los Suspiros...son suyas tanto la música como la letra, -poesía en vena-.
Chabuca es perfume sonoro.
Por cierto, hace años, unos cuantos, el gran guitarrista Paco de Lucía descubrió un instrumento de percusión, el cajón, que luego se conocería como cajón flamenco, pero que es cajón peruano.
Ese Arar en el Mar - Chabuca Granda
Cuando ya se me olvide, habré olvidado
viviré adormecida, liberada
no ansiaré la respuesta
pues no habré preguntado,
no habré de perdonar
ni habré ofendido.
Extrañaré la rumia de mis sueños
y la dulce molienda
y la esperanza
ese constante hacer un alguien de algo
ese afán de castilos en el aire
Extrañaré la rumia de mis sueños
y la dulce molienda
y la esperanza
ese constante hacer un alguien de algo
ese afán de castillos en el aire
ese arar en el mar de los ensueños
ese eterno soñar
la adolescencia...
El Castillo de Loarre estaba ya en la sierra cuando tu no eras siquiera una intención de ser y seguirá desafiante cuando de nuevo tú y yo nos hayamos desdibujado en el reino de las ideas.
Desde su atalaya ha visto pasar culturas, civilizaciones, batallas, treguas, amores, desencuentros, estilos, modas, creyentes, infieles, conservadores, renovadores, políticos, cineastas, turistas...
A todo ello ha resistido y allí nos espera, paciente, a que en un día tranquilo nos dejemos llevar por su embrujo y desde el recogimiento dentro de sus iglesias o dispersando la mirada sobre la Sotonera, percibamos en nuestro interior las sutiles vibraciones de sus antiguos moradores.
A.Garcia Omedes.
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