El invierno, el invierno tiene una luz diferente, el cielo suele estar limpio y yo al menos, aprecio y disfruto más de los resultados de la fotografía. El problema es que sales forrado como una cebolla, y en ese sentido no es nada cómodo.
La luz es menos fuerte, menos intensa, está como matizada, no incide tan directamente y los problemas del "quemado" se limitan.
La mañana de la foto era muy fría en el exterior, -7º, pero el día era precioso, sólo hay que ver como entraba la luz mañanera en la habitación de Ipiés.
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